28/8/09

Ensayo sobre la Población


Es imposible hablar de crecimiento poblacional sin mencionar uno de los libros más emblemáticos escritos a propósito de esta cuestión: el Ensayo sobre la Población (1798), de Thomas Robert Malthus. Ésta, que sin duda fue la obra más reconocida del economista inglés, llamó poderosamente la atención de los intelectuales de la época. En ella expone su teoría según la cual la población humana crece geométricamente (2, 4, 8, 16, 32, 64...) mientras que los recursos del planeta lo hacen sólo aritméticamente (2, 4, 6, 8, 10, 12...), con lo que predice un creciente desajuste entre el número de habitantes en la Tierra y la capacidad productiva del suelo, y consecuentemente un incremento de la pobreza. Malthus entiende que la naturaleza es implacable a la hora de restablecer su equilibrio (a través de muertes en masa, por ejemplo), y que el proceso será tanto más brutal cuando más forcemos la maquinaria del planeta y más nos alejemos del equilibrio entre población y recursos.

La obra desarrolla conceptos demográficos y económicos y los relaciona con múltiples variables tales como localización geográfica, clase social, sanidad, espacio físico, tipo de gobierno, emigración, valores éticos, agricultura y comercio, entre otras. Las apreciaciones de Malthus ciertamente se anticiparon casi dos siglos a los problemas ocasionados por la superpoblación, y además tuvieron bastante influencia en otros científicos como Charles Darwin y su teoría evolutiva y de la selección natural.

"Considerando aceptados mis postulados, afirmo que la capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra para producir alimentos para el hombre. La Población, si no encuentra obstáculos, aumenta en progresión geométrica. Los alimentos tan sólo aumentan en progresión aritmética. Basta con poseer las más elementales nociones de números para poder apeciar la inmensa diferencia a favor de la primera de estas dos fuerzas. No veo manera por la que el hombre pueda eludir el peso de esta ley, que abarca y penetra toda la naturaleza animada. Ninguna pretendida igualdad, ninguna reglamentación agraria, por radical que sea, podrá eliminar, durante un siglo siquiera, la presión de esta ley, que aparece, pues, como decididamente opuesta a la posible existencia de una sociedad cuyos miembros puedan todos tener una vida de reposo, felicidad y relativa holganza y no sientan ansiedad ante la dificultad de proveerse de los medios de subsistencia que necesitan ellos y sus familias."

1 comentarios:

Emilienko dijo...

Es verdad, la naturaleza es cruel con los cambios que se producen rápidamente y tiende a restaurar el equilibrio.

Pero, el cambio que nosotros estamos creando, ¿se produce rápidamente? Es verdad que se está acelerando, pero llevamos cambiando la naturaleza desde nuestros orígenes y acelerando desde hace 200 años.

¿Eso es rápido o lento? Rápido es el meteorito que extinguió a los dinosaurios. Lento es, por ejemplo, una glaciación.

Y nosotros estamos por ahí en medio y con un pronóstico incierto.