28/9/09

Carretera solar


Scott Brusaw está gestando una de esas ideas que tanto puede parecer brillante como resultar absurda, en función del optimismo con el que se juzgue. A grandes rasgos, la premisa de la que parte este ingeniero eléctrico es que si todas las autopistas de Estados Unidos se construyeran con paneles solares, sustituyendo el tradicional asfalto, se podría generar de forma limpia y renovable hasta el triple de la energía que consume todo el país.

El panel en cuestión tendría que ser resistente al tránsito de todo tipo de vehículos y mantener una eficiencia de al menos el 10%. Estaría formado por tres capas, una superficial de protección, una intermedia de generación propiamente, y una última de distribución de la energía. El coste de un panel de 77x77 cm rondaría los 5.000 dólares. Con todo, aún sería posible desarrollar interesantes funciones adicionales, como por ejemplo la posibilidad de iluminar las carreteras de noche, calentarlas en invierno, que alberguen redes de cables y fibra óptica, y hasta un sistema inteligente capaz de gestionar el tráfico reconfigurando los carriles en caso de obras, accidentes o meteorología adversa.

El señor Brusaw no sólo ha realizado unos cuantos números para apoyar su idea, sino que además ha creado una empresa con la que pretende desarrollarla e inculcarla entre los políticos.

Solar Roadways

13/9/09

Los Límites, 35 años más tarde


Dennis Meadows, que ya sacudió los cimientos del pensamiento económico con su libro "Los Límites del Crecimiento" en 1972, al defender la necesidad de paralizar el crecimiento demográfico, ha manifestado en nuestros días la urgencia por subir el precio de la energía, con objeto de detener el consumo incontrolado y evitar una importante crisis energética a corto plazo. Advirtió que los primeros indicios de esta crisis ya son visibles, y condenó el hecho de que las sociedades industriales mantengan las mismas políticas de desarrollo que él ya denunciara a principios de los 70.

Ya no hay que hablar de un futuro lejano. Según este científico, algunos aspectos de la crisis, como el Cambio Climático, ya son una realidad, y hoy las posibilidades de rectificar son menores que hace 30 años.

Si los gobiernos y los políticos no dejan de preocuparse únicamente por el resultado de las próximas elecciones, la humanidad se acercará cada vez más hacia una catástrofe, pues asegurar el equilibrio entre la demanda de recursos y la capacidad productiva del planeta requiere soluciones no populares. Los gobiernos venden sólo los aspectos positivos de la revolución tecnológica. En lugar de eso, sería conveniente que los medios de comunicación trabajaran en la difusión de nuevos valores sociales orientados hacia un desarrollo sostenible.

11/9/09

Crisis energética


Entendemos que existe una crisis energética cuando se produce un desajuste entre la oferta y la demanda de energía. En los casos en los que la demanda supera a la oferta, la situación se salda con un fuerte aumento de los precios de las distintas energías, lo que afecta negativamente a los países importadores (compradores de energía), España en particular.

Desde la perspectiva de los países exportadores (vendedores de energía), por ejemplo Iraq o Argelia (en general los pertenecientes a la OPEP), la crisis se desencadena cuando hay exceso de oferta y caen los precios, si bien esta tesitura es ya bastante menos frecuente que la anterior.

Una subida de la demanda que no vaya acompañada de un incremento de la producción resultará en un desequilibrio que a la postre se ajustará a través de los precios, lo que a su vez motivará una nueva oleada de inversiones en busca de nuevos yacimientos, nuevas fuentes de energía y nuevas técnicas de explotación, tendentes a recobrar el equilibrio entre la oferta y la demanda.

5/9/09

Guerra y Paz


Si nos paramos a pensar, es posible encontrar un cierto paralelismo entre fomentar la guerra y fomentar el crecimiento demográfico. Ambas medidas pueden resultar muy provechosas para determinadas esferas, pero también extremadamente costosas para el resto de la gente.

La guerra es el negocio del estamento militar. El objetivo es muy sencillo de entender, pues consiste simplemente en acabar con el contrario, y tras esto uno puede celebrar una fiesta, ponerse una medalla y prepararse para la siguiente guerra.
De forma análoga, el crecimiento demográfico es el negocio del estamento estatal. En este caso el objetivo de una comunidad es vencer a las comunidades competidoras y convertirse en el lugar elegido por las nuevas fábricas, empresas y negocios. Así, cuando una factoría se instala en una comunidad -acontecimiento digno de celebración- se procede al reparto de premios y se vuelve a la lucha por conseguir más negocios.

La paz es muy diferente, y ni las mentes más brillantes tienen claro en qué consiste. En el esfuerzo por conseguirla no se puede llegar a un punto donde se diga que se ha ganado la paz y se pueda celebrar con una fiesta, pues ganar la paz requiere una vigilancia permanente.
Proteger el medio ambiente de los estragos causados por el crecimiento de la población resulta ser básicamente lo mismo. No es una cuestión trivial, no hay muchos organismos que se ocupen de esta tarea, y aunque uno pueda evitar un impacto determinado sobre el medio ambiente, se requiere una vigilancia constante sobre todos los individuos. Tampoco existe un momento final en el que uno pueda celebrar la salvación del medio ambiente.

2/9/09

La Capacidad de Carga


El concepto "Capacidad de Carga", ya meditado a finales del siglo XX, ha cobrado vigor recientemente cuando los problemas derivados del incontrolado ritmo de crecimiento poblacional en el mundo se ponen más de manifiesto que nunca. Se entiende que la Capacidad de Carga es el límite de seres humanos que la Tierra puede sustentar a largo plazo sin que se produzcan daños irrevocables en el medio ambiente.

Esta idea fue ampliamente analizada en el libro "How Many People can the Earth Support?" (¿Cuánta gente puede mantener la Tierra?), de Joel E. Cohen (1995), donde se estudian diversos intentos realizados en el pasado para estimar la capacidad de carga del planeta, y se concluye que no es posible aventurar cuánta gente puede ser mantenida por la Tierra. El resultado de esta cuestión dependería obviamente del nivel de vida deseado, pero ni siquiera para un determinado patrón de vida existe una fórmula que permita calcular la Capacidad de Carga.

La primera implicación de este hecho es inmediata: cualquier estimación de la Capacidad de Carga puede ser discutida, y por ende, ignorada. No obstante, existe un hecho que no se debe ignorar, y es que las actividades humanas han alcanzado una magnitud tal que por primera vez compiten con los propios procesos naturales que rigen el funcionamiento de la biosfera. Esta actividad humana ya ha causado un gran cambio en el medio ambiente global que, como poco, debería ser causa de alarma.

De lo anterior se puede desprender, entre otras cosas, la necesidad de frenar el crecimiento de la población. Es más, ¿pueden los elevados índices poblacionales compensar con efectos positivos el resto de efectos negativos que ya ocasionan? ¿Existe algún problema a cualquier escala cuya solución sea beneficiada por el hecho de contar con una población mayor?