29/8/09

¿Qué tipo de energía consumimos?

De todas las fuentes de energía que existen, sólo cinco se utilizan de forma masiva en el mundo. Son, por orden de importancia, petróleo, carbón, gas natural, energía nuclear y energía hidráulica. Ellas satisfacen casi el 95% de las necesidades energéticas a nivel mundial y, en la práctica, son las únicas que pueden responder a la demanda del hombre en condiciones de cantidad, calidad y economía.

Por supuesto existen otras fuentes de energías; en el Tercer Mundo, por ejemplo, se sigue usando la biomasa (leña) para satisfacer las necesidades del hogar.
En los países desarrollados se extiende el uso de las energías renovables como resultado del creciente desarrollo tecnológico y la mayor concienciación ambiental. Una de las más importantes es la energía eólica, seguida a distancia por la energía solar y la biomasa (residuos agrícolas). Las más recientes son la energía mareomotriz (Francia, Canadá) y la energía geotérmica (Islandia). Con todo, todas estas fuentes renovables, a excepción quizás de la eólica, tienen en la mayoría de los países industrializados una relevancia bastante escasa.

28/8/09

Ensayo sobre la Población


Es imposible hablar de crecimiento poblacional sin mencionar uno de los libros más emblemáticos escritos a propósito de esta cuestión: el Ensayo sobre la Población (1798), de Thomas Robert Malthus. Ésta, que sin duda fue la obra más reconocida del economista inglés, llamó poderosamente la atención de los intelectuales de la época. En ella expone su teoría según la cual la población humana crece geométricamente (2, 4, 8, 16, 32, 64...) mientras que los recursos del planeta lo hacen sólo aritméticamente (2, 4, 6, 8, 10, 12...), con lo que predice un creciente desajuste entre el número de habitantes en la Tierra y la capacidad productiva del suelo, y consecuentemente un incremento de la pobreza. Malthus entiende que la naturaleza es implacable a la hora de restablecer su equilibrio (a través de muertes en masa, por ejemplo), y que el proceso será tanto más brutal cuando más forcemos la maquinaria del planeta y más nos alejemos del equilibrio entre población y recursos.

La obra desarrolla conceptos demográficos y económicos y los relaciona con múltiples variables tales como localización geográfica, clase social, sanidad, espacio físico, tipo de gobierno, emigración, valores éticos, agricultura y comercio, entre otras. Las apreciaciones de Malthus ciertamente se anticiparon casi dos siglos a los problemas ocasionados por la superpoblación, y además tuvieron bastante influencia en otros científicos como Charles Darwin y su teoría evolutiva y de la selección natural.

"Considerando aceptados mis postulados, afirmo que la capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra para producir alimentos para el hombre. La Población, si no encuentra obstáculos, aumenta en progresión geométrica. Los alimentos tan sólo aumentan en progresión aritmética. Basta con poseer las más elementales nociones de números para poder apeciar la inmensa diferencia a favor de la primera de estas dos fuerzas. No veo manera por la que el hombre pueda eludir el peso de esta ley, que abarca y penetra toda la naturaleza animada. Ninguna pretendida igualdad, ninguna reglamentación agraria, por radical que sea, podrá eliminar, durante un siglo siquiera, la presión de esta ley, que aparece, pues, como decididamente opuesta a la posible existencia de una sociedad cuyos miembros puedan todos tener una vida de reposo, felicidad y relativa holganza y no sientan ansiedad ante la dificultad de proveerse de los medios de subsistencia que necesitan ellos y sus familias."

24/8/09

Colapso de una civilización


La Isla de Pascua, en el océano Pacífico y a unos 3.000 km de las costas de Chile, ha constituido en las últimas décadas un gran misterio con motivo de sus enormes y archifamosas estatuas de piedra emplazadas en desérticos paisajes. Su autoría ha sido atribuida a distintos pueblos de América del Sur, a los egipcios, e incluso a seres extraterrestres.

El libro "Collapse: Cómo las sociedades eligen fracasar o triunfar", de Jared Diamond, relata la experiencia de los colonos que empezaron a habitar esta isla allá por los siglos VIII y IX, isla que por aquel entonces contaba con amplios bosques de robustos árboles, de los que salía la madera para construir canoas con las que sus habitantes pescaban su principal medio de sustento.

La Isla, con unos 170 km2 (Hierro, la más pequeña de Canarias, tiene 270 km2), llegó a tener 15.000 pobladores agrupados en pequeños núcleos. Existía una gran rivalidad entre estas agrupaciones que a menudo se saldaba mediante competiciones escultóricas, que más tarde terminarían convirtiéndose en contiendas colosales por construir el monumento con forma humana más grandioso.

La cuestión es que para construir estos monumentos aquellos hombres tuvieron que transportar bloques de más de 50 toneladas a lo largo de varios kilómetros de distancia, para lo cual utilizarían troncos como rodamientos y en terraplenes. Y aunque esta forma de competición era mucho más elegante que los conflictos bélicos que por entonces tenían lugar en Europa, la tradición también desencadenaría el desastre sobre la isla.
De hecho, siendo necesario talar árboles para construir los rodillos, las competiciones tuvieron lugar mientras había árboles en los bosques. Cuando éstos se terminaron, los nativos comprobaron que, como con el resto de seres vivos, los árboles no surgían de la nada. Y ya tampoco tuvieron madera para construir canoas y salir a pescar.

Hacia el siglo XIX la población se había reducido a 2.000 habitantes que parecían haber quedado privados de todo progreso, y cuya supervivencia sólo podía explicarse por la benévola climatología y la fertilidad de las tierras, que aún posibilitaba algo de agricultura. Con todo, ninguno de ellos recordaría ya las hazañas de unos antepasados que en realidad habían erigido obras tan espectaculares.

La experiencia de la Isla de Pascua debería permanecer en nuestras consciencias, pues muchos son los paralelismos que nuestro panorama actual mantiene con aquel escenario de hace siglos.

22/8/09

Los antecedentes del término "sostenible" (II)


A lo largo de muchos años el término "sostenible" ha sido ampliamente utilizado en una gran variedad de contextos, quedando desvirtuado en la mayoría de los casos. Aquéllos que difícilmente se habrían planteado jamás la posible existencia de límites en el uso de los recursos, incluyeron esta palabra en su vocabulario y respiraron tranquilos. Los políticos la usarían en sus discursos, deformándola a placer para adaptar el término a una gran variedad de conveniencias. Casi sin cambios visibles, "Desarrollo" acabaría convirtiéndose en "Desarrollo Sostenible".

En realidad, la idea de lo sostenible nos debe dar a entender "sostenible por un periodo de tiempo indefinido". No sirve que garanticemos el desarrollo de las próximas n generaciones, ni sirve que tengamos recursos para un horizonte de x años. Los recursos energéticos no renovables son finitos y se agotarán, y por tanto es nuestra responsabilidad moderar el consumo de dichos recursos hasta que el desarrollo tecnológico haga viable nuestro suministro a partir de fuentes de energía renovables. Sólo de esa forma podremos decir que no estamos etiquetando nuestra propia civilización con una fecha de caducidad inminente.

17/8/09

Energía vs. Bienestar


El consumo de energía por habitante constituye uno de los indicadores más certeros del grado de desarrollo económico y bienestar de una sociedad. De hecho, la demanda energética de un país mantiene una relación bastante directa con su Producto Interior Bruto, su nivel de industrialización y el nivel de vida alcanzado por sus habitantes.

Históricamente también existen evidencias de la relación entre el desarrollo económico y el consumo energético. Así, un país en el que originalmente predominan las actividades primarias (agricultura, ganadería y pesca) y artesanales presenta un consumo de energía bajo, mientras que en ese mismo país, a medida que crece la población y aumenta el nivel de vida, ganan importancia la industria y el sector transporte, ambos demandantes de una gran cantidad de energía. La creciente mecanización de todas las actividades, incluidas las domésticas, también pone de manifiesto la importancia de la energía.

Los datos también muestran signos claros: Europa y Rusia juntas tienen una población muy parecida a la de África, y sin embargo los primeros consumen casi diez veces más energía. Es más, el 20% de la población mundial disfruta del 80% de la energía consumida a nivel global. En algunas sociedades la energía se derrocha, mientras que en otras ni siquiera existe un suministro eléctrico estable, y este contraste en los consumos guarda una estrecha relación con los contrastados niveles de bienestar social.

15/8/09

La energía en nuestra Historia


La energía siempre ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo de las distintas civilizaciones. Ya desde tiempos inmemoriales el hombre utilizaba, además de su propio esfuerzo físico, el trabajo de algunos animales domésticos convertido en energía mecánica, y posteriormente la fuerza del viento y de las corrientes de agua, y el calor obtenido por la combustión de la madera.

La Revolución Industrial, nacida en Inglaterra hacia la segunda mitad del siglo XVIII, supuso una profunda transformación cualitativa y cuantitativa, pues los modelos energéticos de producción y consumo que habían imperado durante milenios empezarían a ser sustituidos por unos nuevos patrones que, además, se difundirían muy rápidamente. Las energías hasta entonces disponibles -madera, animales de carga y molinos de agua, fundamentalmente- darían paso al carbón y más tarde a los hidrocarburos, los aprovechamientos hidráulicos, el gas y los combustibles nucleares.

Esta transición energética no vendría sino acompañada de un espectacular desarrollo tecnológico a través de la máquina de vapor, el motor de explosión, el generador eléctrico y el reactor nuclear. Todos ellos constituyen hoy día los puntos de apoyo básicos en la economía de cualquier sociedad moderna.

13/8/09

División de opiniones

Los efectos del Cambio Climático no se conocen exactamente. Los incrementos de temperatura registrados no son uniformes, y en determinados momentos y lugares las temperaturas han podido incluso bajar. Decimos que cabe la posibilidad de que el Cambio Climático altere el patrón meteorológico del planeta, y que puede que por este motivo aumenten el número y la intensidad de los desastres naturales, aunque nos basamos en unos datos limitados. Parece que la temperatura de los océanos está creciendo globalmente, pero la magnitud de este incremento es suficientemente modesta como para no poder atribuirla a ninguna causa clara.


El científico Bjørn Lomborg, ex-miembro de Greenpeace, afirma en su obra "The Skeptical Environmentalist" (El medioambientalista excéptico, 2001) que los ecologistas se dedican de forma sistemática a escoger datos extremos que respaldan los problemas ambientales, ignorando los datos que contradicen las teorías catastrofistas. No obstante, las conclusiones de Lomborg han sido rechazadas por muchos científicos, que mantienen que su obra contiene información deliberadamente engañosa, mal uso de las estadísticas y conclusiones erróneas. En definitiva, lo que algunos definieron como "deshonestidad científica".


En el otro extremo tenemos la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, documento elaborado por las Naciones Unidas y el Banco Mundial que se presenta como la opinión de mayor consenso en la comunidad científica. Los mensajes fundamentales de este documento se refieren a "los cambios sin precedentes que el hombre ha provocado en los ecosistemas", "la merma causada sobre la capacidad de regerenación de la naturaleza" y "el peligro ante la inminente ola masiva de extinción de especies". Como vemos, los aspectos confirmados son más o menos obvios, pero el Cambio Climático no está entre ellos.

10/8/09

Los antecedentes del término "sostenible" (I)


En los años 70 salta la primera gran alarma. La población mundial crece a un ritmo descontrolado, aumentan las diferencias entre ricos y pobres, se extiende el deterioro del medio ambiente y los recursos naturales escasean. Como portador de esta voz de alarma se publica el libro "Los Límites del Crecimiento" (Dennis Meadows, 1972), que analiza estos problemas de forma cuantitativa, y aunque se basa en planteamientos y premisas más o menos discutibles, invita a una reflexión crucial en la que el hombre del siglo XXI parece no haber reparado aún.

En la década siguiente se hacía más notoria la dimensión planetaria de estos problemas. Es entonces cuando en 1984 la Organización de las Naciones Unidas crea la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, con el objetivo de construir un futuro próspero. En 1987 esta comisión presenta el Informe Brundtland, también conocido como Nuetro Futuro Común, que pretende ser un toque de atención para la comunidad internacional, y donde además se hace uso por primera vez del concepto "Desarrollo Sostenible".

Esta idea se concibe como una filosofía o forma de entender la actividad económica del hombre que garantice la satisfacción de nuestras necesidades actuales sin comprometer la capacidad de desarrollo de generaciones futuras, de modo que también ellas puedan satisfacer sus propias necesidades.

8/8/09

El crecimiento poblacional


Se estima que en el periodo neolítico, tras la primera gran revolución agrícola y ganadera, la población humana empezaba a duplicarse cada 1.700 años. En el presente nuestra población se ha duplicado en los últimos 44 años.

En 1968 se publica el libro "The Population Bomb", de Paul Ehrlich, que predice una catástrofe motivada por los elevados índices de crecimiento demográfico y la mermada capacidad del planeta para producir alimentos.

Por otro lado, en 1981 aparece "The Ultimate Resource", la obra emblema de Julian Simon donde este intelectual expone que la población siempre es un beneficio y nunca un coste, y que los recursos de la Tierra son infinitos a efectos económicos.

Que Paul Ehrlich y Julian Simon hicieran estas afirmaciones -en sentido estricto ambas son absurdas- nos permite vislumbrar el peligro que entraña que una ideología extrema sea llevaba a la práctica. Con todo, en lo referente a la carrera entre la tecnología del hombre y la capacidad del medio ambiente, los argumentos de los dos escritores encierran aspectos claves para reto de la sostenibilidad.

6/8/09

La Cima del Glaciar


En el año 2005 el Polo Norte repuso muy poco del hielo que normalmente pierde cada año. De hecho, se estima que el espesor del hielo ártico ha disminuido un 40% en los últimos 40 años.
En el año 2002 el Polo Sur perdió un trozo de hielo del tamaño de la isla de Tenerife, hielo que había permanecido intacto durante 12.000 años.
Se estima que sólo el deshielo de Groenlandia contribuye a elevar el nivel del mar 0,5 mm cada año. Si la isla entera se derritiera, el nivel del mar subiría 6 metros.

Nunca antes el Cambio Climático había acaparado tanta atención. Con todo, la opinión científica está disgregada y las distintas posturas, en ocasiones diametralmente opuestas, parecen irreconciliables. ¿Es el Cambio Climático un hecho contrastado o una teoría infundada? ¿Encuentra su causa en la acción del hombre o se trata de un fenómeno que responde a ciclos naturales? ¿Lo estamos negando para preservar nuestros intereses económicos o lo estamos afirmando como estrategia propagandística y de autobombo? ¿Es la mayor amenaza a la que se enfrenta el ser humano o es el mayor engaño de todos?

En este blog nos subiremos a la cima del glaciar y echaremos una ojeada al mundo, tratando de analizar lo que ocurre a nuestro alrededor. Estás invitado a emprender este viaje y compartir tus impresiones.

Bienvenido.